¿Es mejor franquiciar tu negocio de administrador de fincas?

Administrador de fincas ajeno, propio o franquicia

¿Es mejor trabajar de autónomo en tu propia administración, o como administrador de fincas por cuenta ajena? Y, si eres autónomo: ¿es mejor emprender tu propio negocio, o franquiciar tu negocio de administrador de fincas?

Cada opción tiene sus pros y contras, y no son susceptibles de medición absoluta. Las diferentes circunstancias de cada persona contextualizan las opciones entre las más adecuadas, o las únicas posibles.

Ventajas y desventajas de los empleados por cuenta ajena

Menor libertad equivale a menor responsabilidad. Un empleado medio suele tener mandos superiores que le aportan el plan de trabajo diario y una operativa que seguir.

Por un lado, esta estructura libera al trabajador de asumir responsabilidades (y preocupaciones). Por otra parte, la persona carece de libertad de decisión. No suele elegir cuándo y cuánto trabajar, y está obligada a cumplir los requisitos que exige su contrato.

El contrato de trabajo siempre resulta una ventaja legal, pues el empleado puede hacer uso del contrato de trabajo si el empleador requiere un trabajo extra no acordado en el documento.

El empleado tiene protegidos sus derechos. Sabe que tiene asegurado el sueldo estipulado en su contrato, con independencia del volumen de negocio de la empresa, y mientras dure la relación contractual.

Ventajas y desventajas de los empleados por cuenta propia

Un trabajador por cuenta propia tiene libertad para organizar su empresa o marca personal. Tal libertad, en contraparte, incluye más responsabilidad y estrés.

El emprendedor no suele desconectarse del trabajo al llegar a casa, y se lleva las preocupaciones; en caso de quiebra, un pequeño empresario puede jugarse su patrimonio.

Un autónomo depende de su facturación, y nunca tiene garantizado un salario fijo mensual. Por otra parte, su día también tiene 24 horas, como el del resto de empleados, y, alcanzado su límite de rendimiento diario, para facturar más deberá subcontratar personal.

Si se suma la circunstancia de que cargas tributarias para los auto-empleados son altas en España, entonces: ¿por qué existen autónomos?

  • Porque son sus propios jefes, administran su tiempo, y organiza su trabajo sin rendir cuentas a nadie.
  • Porque pueden conseguir negocios muy rentables.
  • Y porque el trabajo autónomo exitoso aporta una mayor realización personal.

¿Negocio propio de administrador de fincas o franquiciar tu negocio de administrador de fincas?

De nuevo, cada circunstancia resulta más influyente en la respuesta que la naturaleza misma del negocio. Para tomar la decisión sobre si cierta franquicia es una buena opción de iniciar una nueva aventura empresarial, considera, entre otros, los pros y contras habituales de este modelo de negocio:

Beneficios de la franquicia

Entre las ventajas de ser franquiciado, destaca que asocias tu nombre con una marca consolidada y en funcionamiento. El franquiciador cuenta con su propia posición en el mercado, es conocido por el público, tiene su cartera de clientes, y posee cierta reputación local o nacional.

El franquiciado dispone de la experiencia previa de la franquicia. Desaparecen los problemas de la apertura de un negocio de nuevo cuño, como: crear una base de clientes duradera, establecer la prueba de valor de mercado con ofertas y campañas de ventas. El franquiciador ofrece un modelo eficiente en cuanto al enfoque del marketing (cuyos medios materiales y operativa se aportan al franquiciado).

Otro beneficio consiste en el acceso estable a los suministros, y costos de inventario y gestión optimizados. El franquiciador ofrece a su nueva filial un conocimiento del negocio, y una posición en el mercado, susceptibles de aportar dividendos desde el principio.

Inconvenientes de la franquicia

La inversión inicial. Las marcas de mayor prestigio resultan las franquicias más caras. Si careces de un gran capital inicial, las opciones de franquiciar marcas conocidas son menores.

El franquiciador, en relación con el empresario con negocio propio, carece de una independencia de gestión. Aunque la franquicia es un contrato entre dos partes distintas y distinguibles, con los deberes y obligaciones establecidos desde el principio, existe un vínculo operativo. El concesionario está obligado a respetar las reglas, para entrar en un mundo del que puede no compartir ideas o espíritu.

Crisis de reputación. Si una gran cadena tiene franquiciados cuyo trabajo resulta deficiente, la mala fama, gracias a internet, se extiende hasta afectarte a ti, aunque tu negocio se encuentre al otro lado del planeta.

En EGO Franquicias incentivamos estos beneficios y ponemos soluciones a estos inconvenientes, sin necesidad de una gran inversión por parte de los administradores de fincas, y sabiendo actuar en el hipotético caso de que la reputación fuese dañada.

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